saltar al contenido

Guía del fisioterapeuta sobre la osteoartritis del hombro

Hombro osteoartritis (OA) es una afección que ocurre cuando el cartílago que recubre los lados de la articulación del hombro se desgasta o se desprende. Puede ser causado por una lesión o dislocación del hombro, o por “desgaste” del hombro con el tiempo. La OA de hombro se desarrolla con mayor frecuencia en personas de 50 años o más. A medida que las personas hacen un mal uso o un uso excesivo de sus articulaciones con el tiempo, se observan más casos con cada década de vida que avanza. Sin embargo, la OA del hombro también puede desarrollarse en personas más jóvenes después de un traumatismo o una cirugía en una articulación. La condición ocurre con más frecuencia en mujeres que en hombres. Los fisioterapeutas tratan la OA de hombro con terapia práctica y programas de ejercicio individualizados.

¿Qué es la osteoartritis del hombro?

La osteoartritis del hombro (OA) ocurre cuando el cartílago que recubre los lados opuestos de la articulación del hombro se desgasta o se desgarra. En las primeras etapas de la afección, se desarrollan pequeños hoyos en el cartílago liso que recubre cada lado de la articulación. Con el tiempo, se desarrollan pequeñas protuberancias de hueso o “espolones óseos” en los bordes de las superficies articulares. El líquido articular también puede acumularse debajo del cartílago, formando quistes, que pueden ejercer presión sobre el hueso y contribuir al dolor. En las últimas etapas de la afección, el cartílago puede desgastarse por completo, permitiendo el contacto entre huesos.

Dos huesos forman la articulación del hombro. El hueso en la parte superior del brazo, el húmero, tiene una cabeza redonda con forma de bola, cubierta de cartílago. El hueso del lado del cuerpo de la articulación es la escápula u omóplato. La superficie plana cubierta de cartílago de la escápula que forma la otra mitad de la articulación del hombro se llama glenoidea. Los dos lados de la articulación del hombro están rodeados y conectados por ligamentos que controlan el movimiento de la articulación. Los ligamentos en la parte frontal del hombro se tensan a medida que avanza la OA. Además, los cuatro músculos principales que rodean el hombro, conocidos como manguito rotador, pueden usarse en exceso, debilitarse o incluso desgarrarse. Las afecciones del manguito rotador ocurren en aproximadamente el 90% de personas con OA de hombro.

¿Cómo se siente?

La OA de hombro puede provocar que usted experimente:

  • Dolor con actividades que se alivia con el reposo.
  • Disminución del movimiento del hombro (rango de movimiento), especialmente al estirarse hacia atrás como si estuviera agarrando el cinturón de seguridad.
  • Debilidad
  • Rigidez y eventual dificultad para utilizar el brazo afectado.
  • Dolor en reposo y dificultad para dormir a medida que la afección empeora.

¿Cómo se diagnostica?

Su médico puede ordenar una radiografía para determinar la magnitud del cambio en la articulación. A medida que el cartílago se desgasta, disminuye el espacio entre los huesos visibles en estas imágenes. También pueden estar presentes espolones óseos o quistes. El daño aparente a menudo no se correlaciona directamente con el dolor. Si se sospecha pérdida de hueso, se puede solicitar una exploración por TAC (topografía computarizada) para obtener una imagen más clara del área.

Su fisioterapeuta le hará preguntas sobre cómo el problema del hombro está afectando su vida y qué actividades le resultan difíciles ahora. Describir su dolor le ayudará a determinar el mejor plan para su tratamiento. Su fisioterapeuta evaluará hasta dónde puede moverse el hombro, tanto cuando usted mueve el brazo como cuando él o ella lo mueve por usted. El examen incluirá evaluar la fuerza de los músculos del manguito rotador y los que sostienen el omóplato. El fisioterapeuta puede observar su postura y cómo realiza ciertas actividades y movimientos para ver cómo afectan su hombro.

¿Cómo puede ayudar un fisioterapeuta?

Sin Cirugía

Cuando alguien desarrolla dolor en el hombro, el primer tratamiento recomendado es la fisioterapia. Los siguientes tratamientos pueden ayudar a disminuir el dolor, mejorar el movimiento y permitir un mayor uso del hombro para las actividades diarias. Pueden prolongar el tiempo hasta que sea necesaria la cirugía o ayudarlo a evitarla por completo.

  • Mejorar la tolerancia a las actividades diarias. Su fisioterapeuta trabajará con usted para ayudarle a volver a realizar sus tareas diarias. Simplemente cambiar su postura puede reducir la presión y las fuerzas en la articulación y ayudar a reducir el dolor. Él o ella puede recomendarle el uso de “modalidades” de fisioterapia, como calor y frío, enseñarle sobre el movimiento adecuado y ayudarlo a modificar sus actividades para controlar su dolor.
  • Mejorar la movilidad del hombro. Su fisioterapeuta puede recomendarle formas de restaurar el movimiento del hombro (rango de movimiento). El estiramiento puede alargar los músculos y ligamentos tensos, mejorando la postura y el movimiento. La movilización de la articulación del hombro puede ayudar a mejorar el movimiento y aliviar el dolor. Su fisioterapeuta puede mover suavemente su hombro (terapia manual) para estirar los ligamentos de una manera que el estiramiento normal o los movimientos del brazo no lo hacen.
  • Mejorar la fuerza de tus músculos. Fortalecer los músculos del manguito rotador puede reducir la fricción causada por el roce de las superficies artríticas ásperas de la articulación del hombro. El apoyo de los músculos que mantienen la postura puede ayudar a reducir las fuerzas sobre la articulación del hombro.

Otras opciones de tratamiento pueden incluir medicamentos como esteroides o antiinflamatorios no esteroides (AINE). Las inyecciones de esteroides o medicamentos anestésicos también pueden ayudar.

Después de la cirugía

Existen varias opciones quirúrgicas para tratar la OA del hombro, según el grado de daño en la articulación y las estructuras circundantes, y su edad, nivel de actividad y ocupación.

Opciones paliativas: El objetivo de esta cirugía es resolver los síntomas; no restaura ni reconstruye el área artrítica. Esta opción es mejor para personas menores de 65 años con problemas mínimos de cartílago, o personas entre 20 y 40 años con muchos años activos por delante.

Opciones reparadoras, restauradoras y reconstructivas: En los últimos años, los cirujanos han desarrollado nuevas técnicas de “rejuvenecimiento biológico” para personas más jóvenes con OA de hombro que aún no están preparadas para un reemplazo total de hombro. Su médico y fisioterapeuta pueden describirlos en detalle para usted.

Artroplastia total de hombro (TSA): Artroplastia total de hombro es el término médico para un reemplazo de hombro. Esta es la mejor técnica quirúrgica para pacientes mayores con OA avanzada que tienen buena calidad ósea en la articulación del hombro y músculos del manguito rotador intactos. Este procedimiento es mejor para las personas que no planean realizar actividades de alto nivel (trabajo por encima de la cabeza en un trabajo, deportes por encima de la cabeza o levantar cantidades significativas de objetos pesados).

Hemiartroplastia de hombro: La hemiartroplastia de hombro es un reemplazo parcial de la articulación. Es una opción si los músculos que forman el manguito rotador del hombro están demasiado débiles o dañados para sostener y mover adecuadamente la articulación.

Artroplastia total de hombro inversa (rTSA): Esta cirugía también es una opción cuando los músculos que forman el manguito rotador del hombro han fallado o son irreparables, o hay una fractura compleja.

Artroscopia: Muchas cirugías de hombro se pueden realizar mediante artroscopia, una cirugía menos invasiva mediante la cual el cirujano realiza pequeñas incisiones en la piel e inserta instrumentos del tamaño de un lápiz (con una cámara) en la articulación para reparar el daño.

Fisioterapia posquirúrgica varía según el procedimiento realizado. Puede incluir:

  • Garantizando su seguridad mientras sana. Su cirujano y fisioterapeuta trabajan juntos como equipo para devolverle la salud al hombro. Una vez que el cirujano completa su trabajo, comienza su trabajo. Realizará actividades y ejercicios específicos en el momento correcto para permitir una curación óptima. Todos los procedimientos quirúrgicos modifican la articulación del hombro y los tejidos circundantes. Las opciones restaurativas y reconstructivas pueden tardar varios meses en sanar, con precauciones más prolongadas.
  • Ayudar al movimiento del hombro. Después de la cirugía, su hombro estará adolorido e inflamado, y es posible que no tenga ganas de mover el brazo. Sin embargo, a menudo se recomiendan movimientos suaves. Su fisioterapeuta puede mover su brazo o ayudarlo a moverlo para comenzar a restaurar suavemente el movimiento. Después de algunas cirugías, el movimiento se restringe durante la curación; su fisioterapeuta y cirujano elegirán las mejores opciones para la recuperación y lo guiarán a través del proceso.
  • Fortalecimiento del hombro. Debido al desuso previo o al dolor postoperatorio, es posible que sus músculos no estén tan fuertes como lo normal. Si el músculo fue reparado durante la cirugía, tendrá que dejarlo sanar durante un período de tiempo y su fisioterapeuta podrá informarle qué actividad es segura para ayudar en la curación.
  • Aliviando tu dolor. Mediante terapias manuales (prácticas) y otras modalidades, su fisioterapeuta puede ayudar a reducir el dolor durante el ejercicio y las actividades diarias.
  • Regreso al trabajo y actividades de la vida diaria. El regreso al trabajo y a las actividades diarias puede ser lento y su fisioterapeuta lo guiará a través del proceso para lograr los mejores resultados.

¿Se puede prevenir esta lesión o afección?

No hay manera de prevenir la OA del hombro. Puede reducir su riesgo si se mantiene moderadamente activo, mantiene el hombro fuerte y mantiene los músculos del hombro en la longitud adecuada mediante estiramientos. Su fisioterapeuta puede ayudarlo a determinar qué ejercicios mantendrán su hombro saludable. Comer sano y hacer ejercicio le ayudará a controlar un peso saludable y unas articulaciones sanas. Evitar lesiones en la articulación del hombro también ayudará a reducir el riesgo de padecer OA.

Este artículo se publicó originalmente en el sitio web de la Asociación Estadounidense de Terapia Física.  Haz clic aquí para echarle un vistazo.

Programar ahora